El principio

Aun recuerdo cuando empecé a montar en bici que días más bonitos las veces que pude besar el suelo las rodillas sangrando el manillar doblado...hasta llegar a nuestros días que sigo con las rodillas magulladas(malditos pedales automáticos) y sigo con la extraña manía de besar el suelo pero hay algo que me atrae de este vehículo de dos ruedas sin motor que me hace pedalear cada día(cada día que puedo) pueden ser los paisajes que uno descubre en las salidas ciclísticas como yo las llamo la compañía de algún buen amigo ese sonido a carraca de nuestras bicis el aire en la cara el insecto que se estrella contra mis gafas esa rueda que pincha¡que se yo!.Me gusta montar en bici igual que no me gusta poner comas.Besitos.